El cielo se torna gris
sobre los campos de Palencia,
campos que se tragan las lagrimas,
escondiendo las pruebas de su tristeza
debajo de la fría y dura tierra.
El paisaje a través de mi ventana
habla de tiempos pasados.
Lejana historia de sucesos recientes…
En el recuerdo encuentro cansancio;
duelo de caminos enajenados.
Descubro la falacia de las utopías
y los edenes de la vida cotidiana.
No necesito empezar de cero los caminos,
ni rendirme cuando pierdo una batalla;
porque el que no lucha, no gana.
Y en el ocaso de los días,
cuando todo se sume en la penumbra
yo estaré con mi gente y mis sueños
y aunque las farolas permanezcan ocultas
sabré que hoy hasta la oscuridad me alumbra.
domingo, 1 de febrero de 2009
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