sábado, 15 de mayo de 2010

La jaula

Si me encierran en la jaula
la jaula será una jaula
y yo no seré nada

El suspiro interminable
de un hombre que ya no es hombre
y se consume lentamente
jugando con la soledad,
mientras otro juega con su libertad.

Si me sacas de la jaula
no seré un buen hombre
o un mal hombre

Pero
cuando los primeros rayos del sol
vuelvan a dorar mi piel
únicamente seré: un hombre.

Volar, volver..

Los pájaros ya no vuelan,
solo sueñan con el paraíso
mientras se desangran en la acera
¿Por qué desahuciaron a los dioses del Olimpo?
Ahora el caos duerme en mi cama
y anhelo mas fugas de las cárceles
donde los barrotes son el mañana
y mis sueños las estrechas redes
que me atan y desatan
de un infierno de incertidumbre.
Volver a hundirme en mi barca.
Volver… olvidar la herrumbre
que cubre mi rojo amanecer
mi terco delirio y paranoia.
Todo lo que queda es volver
aunque el viento este en mi contra.

Los pájaros volverán a volar,
los atardeceres descansaran en mis montes
y yo, quizás, no me ponga a pensar
en cruzar nuevamente el horizonte.

sábado, 23 de enero de 2010

Que hacer con una musa inmrecida

para Marta

Que hacer con una musa inmerecida
cuando en lugar de poeta hay un farsante
y estos versos no te hacen justicia.
Pero como un loco de remate
escribo a esa rubia que una mañana
me robo, a besos, las palabras.

Se fue sin decir hasta luego,
Humbert perdió otra vez a su Lolita,
pero me dejo en los labios el veneno
agridulce de las rosas con espina.

Que hacer con una musa inmerecida;
jugar a ser Neruda con Matilde,
escrutar la locura de la vida,
beber para que el ron te olvide.

Que hacer cuando me estremezcan tus mensajes
y piense que estarás haciendo ahora
y te pida perdón por no llamarte
y tú seas mi triunfo y mi derrota.

Que hacer con una musa inmerecida,
que se fue sin decir hasta luego…

Luego me llamaste y me pediste un poema.
No creas que no lo había pensado,
pero cuando escribo traduzco mi tristeza
y esa no es forma de pagar deudas al contado.
Supongo que tendrás que contentarte;
con que solo conteste tus llamadas,
con que no escriba más, por miedo a defraudarte,
con que mi Venus me deje sin palabras,
con que no te hable por miedo a enamorarme…