No se escribir mentiras
como tampoco se decirte la verdad;
que curioso juego de palabras,
que maldito azar de los sentimientos.
En silencio te miro desde mi guarida
a salvo de los bombarderos
pero también
lejos de los sueños…
Que caos me ciega en esta primavera
de nubes grises, tardes de domingo
que huelen a fracaso,
al olvido fugaz y voluntario.
Pero quiero salir del ataúd,
sigo vivo, lo se cuando te miro
y también me miras tú
y ya no estoy en el abismo
Entonces estoy solamente vivo…
martes, 9 de junio de 2009
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